MÉTODOS DIRECTOS
Consisten en observaciones directas de las zonas a las que se tiene acceso y de los materiales del interior terrestre que llegan a la superficie. El conocimiento del interior terrestre mediante vías directas es muy difícil, ya que la profundidad máxima a la que ha descendido el ser humano, en las minas es de unos 3600 m. Para llegar a zonas más profundas se realizan sondeos que llegan hasta los 12 km, aunque sigue sin ser suficiente para estudiar las capas más profundas (recuerda, el centro está a más de 6000 Km)
MÉTODOS INDIRECTOS
Éstos métodos incluyen principalmente el análisis comparativo de la composición de algunos meteoritos y diversas áreas de la geofisica
1. Uno de los métodos más interesantes es el estudio de los meteoritos. Tanto éstos como la
Tierra se formaron a partir de la misma nebulosa y, más o menos, a la misma distancia de su centro.
Por tanto, sus composiciones deben ser semejantes. Así, la composición en un 98% de una aleación de hierro y níquel de un tipo de estos meteoritos, los sideritos, se asume como similar a la del Núcleo terrestre, mientras que la de las condritas (olivino y piroxeno), se asemeja a la del Manto.
2. Estudios geotérmicos. Estudian las emisiones de calor y actividad geológica de las capas
inferiores, que llegan a la superficie gracias a las corrientes de conducción y convección.
3. Estudios gravitatorios: La ley de gravitación universal postulada por Newton dice que “todo objeto que posea masa, ejerce una atracción gravitatoria sobre cualquier otro objeto, que es directamente proporcional al producto de ambas masas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que les separa.
4. Estudios geomagnéticos. La magnetización de un mineral depende de los electrones de sus
átomos y del campo magnético al que esté sometido. Pero ésta magnetización se pierde al fundirse la roca. El paleomagnetismo estudia las características magnéticas de las rocas que se formaron en el pasado, y por tanto del campo magnético existente en el momento de su formación. Estos estudios han llevado a suponer que el campo magnético terrestre se ha invertido varias veces a lo largo de la historia de la Tierra (una brújula señalaría entonces hacia lo que ahora es el sur.)
5. El método sísmico.
A pesar de que, como hemos visto existen varios métodos, el conocimiento de la estructura
interna de la Tierra deriva principalmente del estudio de las ondas sísmicas. Éstas ondas pueden producirse por un seísmo, una explosión (provocada por un volcán, etc) y por el impacto de meteoritos.
Un terremoto es una vibración de la Tierra, que se produce por la liberación brusca (paroxismo) de la energía elástica almacenada en las rocas, cuando se produce su ruptura tras haber estado sometida a grandes esfuerzos.
Una parte de la energía liberada lo hace en forma de ondas sísmicas y otra parte se transforma en calor, debido a la fricción que se produce en el plano de la falla.
La energía liberada en un terremoto se extiende como un tren de ondas, a partir del foco donde se origina: el hipocentro, que es una zona de deslizamiento que corresponde al plano de una falla.
La zona de la superficie terrestre situada en la vertical del foco se denomina epicentro y es el lugar donde la magnitud del seísmo es máxima
Fuente: http://www.almeriastella.es
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